Bajo el subtítulo de cuentos para la igualdad, la noche de los cuentos anima a la superación de obstáculos para alcanzar la igualdad real entre mujeres y hombres. En él se plantea que lo socialmente positivo y lo individualmente correcto es desterrar actitudes sexistas y entender la vida y la convivencia con la naturalidad que supone la igualdad entre mujeres y hombres.
Interés social de los cuentos no sexistas
Nacemos iguales como personas y somos iguales ante la ley por imperativo jurídico. Pero, para hacer real esta igualdad, debemos combatir el sexismo social mediante medidas de acción positiva (procesos dirigidos a prevenir, corregir y, o eliminar las desigualdades de todo tipo, para modificar la situación existente con el fin de producir mayor bienestar social) y planes de igualdad de oportunidades que propongan prácticas coeducadoras en la familia y en la escuela.
Entre las medidas de acción positiva contamos, además de los cuentos populares o tradicionales, con los cuentos no sexistas.
Los seres humanos nos convertimos en seres sociales, adaptados a una cultura, mediante un proceso denominado “socialización”. Este proceso perdura toda la vida pero es especialmente influyente en la etapa infantil y juvenil. Los niños y niñas aprenden, ya en esas edades, lo que su cultura espera de ellos y del sexo opuesto. A este conjunto de cualidades establecidas culturalmente sobre lo que debe ser “lo masculino” y “lo femenino”, se denomina género.
La socialización diferenciada introduce diferentes roles para mujeres y para varones. El rol masculino está asociado al ámbito público y es un rol prestigiado porque conlleva independencia económica, poder, influencia y un status. El rol femenino está asociado al ámbito privado y es afectivo y relacional; no es remunerado ni reconocido, se desarrolla en un ámbito más limitado y reducido y por ello es menos visible que el público.
Niños y niñas, a la edad de tres años, tienen una clara conciencia de las principales atribuciones de su género. Todos los atributos asignados se irán reforzando con los juguetes, los cuentos, las actividades y el lenguaje.